05 septiembre 2010

EL EDEN



En el jardín del Eden se oye un dulce cantar,
¿Quien podrá ser que no pueda dejar de escuchar?
Más solo veo una morena chiquita,
de ojos claros y bondadosa sonrisa.

Avanzo unos pocos pasos más,
sin acabar de creerme lo que mis oídos oyen,
ni lo que mis ojos ven,
algo realmente grande dentro de su pequeñez.

Cosa mágica y extraordinaria,
un fenómeno sin parangón,
con este bello cantar,
no hay pena que se quede en este lugar.

Increíble, sensacional, fantástico,
no tengo más adjetivos,
ella se los queda todos,
sin duda se los merece.

Los pájaros han enmudecido,
no es para menos, ellos también están fascinados,
al ver que esta chiquita de tez blanca
y ojos claros, los deleita con su dulce cantar.

El sol desde lo más alto ilumina el espectáculo,
jovial y altanero, dejando sentir su calor,
sus rayos ofrece sin pudor,
para dar compañía a tan bella dama en su cantar.

La luna celosa por no estar invitada,
lo mira todo entre bambalinas, escondida,
no pudiendo acercarse más,
por miedo a que la descubrieran.

Miro todo desde mi butaca privilegiada,
sin poderme creer que a mi me esté pasando,
ver la luna celosa y arrebatadoramente bella en su enfado,
con el prepotente sol, sabedor de su gloria,
por tener bajo sus rayos a tan bella dama y su dulce cantar.


(KANET)

No hay comentarios:

Publicar un comentario

LinkWithin

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...