ilusionado por el momento actual,
la realidad que has deseado
durante toda la vida.
Una vida larga y ardua,
pero has llegado a un grado de madurez
y sabiduría que ahora derramas
sobre mi a cada segundo.
Feliz por lo que vivo junto a ti,
enamorada de lo que siento,
y del que eres responsable.
Te dibujo en mi mente,
lleno de luz, cálido y cercano,
pero mejor te tengo en mis brazos,
para no tener que imaginarte,
ni tener que dibujarte en mi mente,
sino vivirte, y hacer de cada día,
con un estallido de colores,
un arcoíris perpétuo.
(Kanet)