Caigo al suelo, el mundo se detiene…
No oigo nada, solo un zumbido eterno…
Miro a mi alrededor, sangre, fuego y dolor.
¿Que es esto? Me pregunto…
De repente me doy cuenta.
Esto es el infierno.
Sin dudarlo saco una hoja… no hay tinta,
escribo estas palabras para ti, mi amada encinta…
“Yo no voy a volver, cuida de él… yo no lo podré hacer”
Mi sangre vuela por el papel, la luz se va apagando…
El estruendo eriza mi piel.
Mas poco a poco me sumo en el sueño eterno…
Sonrío… defiendo mi deber, mi patria y mi señor,
eso he elegido, y no lo he logrado…
Bien pensado, estoy orgulloso.
He sido un mal soldado.
Veo venir una dama, sonriendo hacia mi…
Quiero descansar… quiero dormir…
Si esa dama… es la muerte…
¿Quién tiene miedo a morir?
No oigo nada, solo un zumbido eterno…
Miro a mi alrededor, sangre, fuego y dolor.
¿Que es esto? Me pregunto…
De repente me doy cuenta.
Esto es el infierno.
Sin dudarlo saco una hoja… no hay tinta,
escribo estas palabras para ti, mi amada encinta…
“Yo no voy a volver, cuida de él… yo no lo podré hacer”
Mi sangre vuela por el papel, la luz se va apagando…
El estruendo eriza mi piel.
Mas poco a poco me sumo en el sueño eterno…
Sonrío… defiendo mi deber, mi patria y mi señor,
eso he elegido, y no lo he logrado…
Bien pensado, estoy orgulloso.
He sido un mal soldado.
Veo venir una dama, sonriendo hacia mi…
Quiero descansar… quiero dormir…
Si esa dama… es la muerte…
¿Quién tiene miedo a morir?
(HUGO)
Con la dama de los sueños, hasta la muerte toma alas.
ResponderEliminarUn abrazo,
Luis.
Eres todo un artista, Hugo.
ResponderEliminarFeliz domingo a tod@s
Como dije en la entrada de "La carta del adios" esta es la segunda parte del poema. Triste, pero bonito a la vez... me gusta este tipo de temática que mezcla la épica, con el amor.
ResponderEliminarHugo
Gracias Hugo por indicar que es la continuación de aquella entrada que versaba sobre la guerra. Alguna ventaja tenía que tener llegar tan tarde ^_^.
ResponderEliminarEl miedo a la muerte es, en cierto modo, el miedo a lo desconocido. Si hubiera una señal, un solo indicio de que algo sucede tras el silencio absoluto, se perdería mucho de ese miedo. No obstante, es la única certeza que tenemos en esta vida y el único elemento que es semejante para todos. Visita a ricos y pobres, a presidentes y labriegos, a buenos y malos... Lo que resalta que para morir solo hay que estar vivo. El soldado finalmente es visitado por la dama del viaje último, aún cuando fue una orden impuesta el que él estuviese ese lugar, en ese momento. Muy injusto que el que promivió el conflicto siga respirando. Ya lo creo que sí.
Besitos grandes, Kanet, tu amigo del alma hoy se ha salido ^_^. Un buen rato junto a mi mar, el oasis de la isla de los desamparados, me ha ayudado a mantenerlo a raya. Feliz semana a punto de comenzar.
infinitas gracias dulce y sensible Poeta por hacernos confidentes de tus bellas y profundas letras, un besin de esta amiga admiradora.
ResponderEliminarPrecioso...aunque enamorarse de la muerte no es una buena idea...por atractiva que se presente.
ResponderEliminarholaaaaaaaa Kanet, un besitoooo
ResponderEliminar¡¡muchas gracias por estos poemas que nos dejas, he tenido unos minutitos y he querido visitar este precioso rincón para leer esos hermosos versos!!
Pues es una segunda parte preciosa.
ResponderEliminarMiedo a la muerte? Mas bien a algo desconocido como todo en la vida....si desconocemos tememos.
Brillantes letras
Un beso grande