Fue una mañana, un simple amanecer…
nuestros corazones se rompieron,
es mi vida, mi trabajo, la llamada…
del deber.
Nos vimos separados,
totalmente desamparados,
una guerra cruel, si hay alguna… que no lo es.
Mi tierra me llamó, para que la defendiera…
¿Acaso la defiendo cargando muerte…?
¿Acaso la defiendo… devorando gente?
Quisiera haber tenido tiempo de amarte otra vez.
mas no pude, nada que hacer,
observar tu tersa cara… y tu pálida tez.
Decías adiós… y yo te escribo… por si no te vuelvo a ver
Veo a mi gente, entrando en la oscuridad,
hoy yo he tenido suerte, otro día Dios dirá,
en la tenue luz yo escribo vanas palabras
que riman, con cada lágrima.
Un himno de amor, que es una petición…
prométeme mi amor, que si caigo en estos lares
vivirás para honrarme, y no morirás tú también…
Para olvidarme.
(HUGO)
Concuerdo en que no hay un adiós más injustificado que la despedida impuesta por el deber de las armas y la defensa. Hay poco que añadir a esta actividad que provoca muchas más despedidas de las que la gente cree. Algunas, por desgracia, de forma permanente... hasta que se vuelven a encontrar, con otro nombre u otro rostro y, por supuesto, nada es igual. La gente, en la desesperanza, en el lugar donde la muerte acecha en cada recodo, se agarran a las promesas como clavos ardiendo, la promesa de amor, la otra parte de tu vida tiene que seguir si acaso la tuya no sigue... Una idea romántica donde las haya, sí señor.
ResponderEliminarEnhorabuena Hugo, has logrado un texto lleno de emotividad dentro de un tema complicado.
Besitos de buenas noches, Kanet, ahora sin sol ^_^. Mañana será otro día. Que tengas dulces sueños y un descanso reparador.
Gracias juanjo, los temas Épico-Bélicos me suelen inspirar bastante, que conste q el poema tiene dos partes, la historia sigue, pero Kanet ha decidido repartirla en dos entradas. Poemas por facículos, ¡como mola! XD.
ResponderEliminarClaro que la guerra es un tema escabroso, pero a pesar de reinar muerte y sufrimiento, en ellas tambien se ve solidaridad y amor por otros lados... una cosa leva a la otra, la eterna lucha entre bien y el mal, está mas acrecentada si cabe en momentos de conflicto belico.
Hugo
Terribles resultan todas las despedidas en sí- más aún cuando resultan obligadas y en contra de la voluntad de ambas almas- pero una despedida en la que uno de sus componentes parte hacia un futuro incierto sin fecha de retorno inminente resulta doblemente trágica.
ResponderEliminarEl que se va no sabe si volverá, no sabe si al despedirse de su amor, de su gente, de su familia, se despedirá también de su propia vida. Parte albergando un millón de recuerdos que lo ayuden a sobrellevar una soledad impuesta en la que la sangre derramada y la desolación son sus únicas compañeras.
Quien se queda también sufrirá bastante, pues la duda, la incerteza por la seguirdad de quien está lejos resulta peor que una enfermedad, va inflitrándose en el alma y en el corazón hasta consumirlo y reducirlo a cenizas.
Me gusta, Hugo, como todo lo que escribes. Siempre incitándonos a pensar y a remover conciencias.
Un beso, Kanet y feliz semana.
No me gustan las despedidas aunque a veces son inevitables.
ResponderEliminarDulce poema de amor...sensible y tierno.
La duda de si volverá o padecerá en las trincheras.
Un beso enorme
que hermoso escrito ,,,,
ResponderEliminarHola Gloria, por eso tengo activado la moderación de comentarios a partir del tercer día de publicación, para para filtrar si algún comentario es bueno o malo, sino para que ninguno se me pase por alto y quede sin respuestas.
ResponderEliminarEn este caso tú eres la única a la cual respondo en esta entrada, por dos razones, porque es un poema de Hugo y porque en Junio yo ya estaba inmersa en plena temporada laboral y no podía atender como quiero mi espacio, pero ahora, no hay problema alguno jeje
Ya me imagino el porqué te ha gustado, recuerdos y más recuerdos, ains....
Te quiero mucho mi preciosa amiga, ten un buen empiece de semana, un besote grande, muassssssss♥