Un sol sonriente, el que nos da vida,
fue el único testigo de todo,
de toda nuestra felicidad,
resumida en unas pocas horas.
Esos instantes de risas compartidas,
hasta hacernos saltar lágrimas,
nadie es capaz de robarnos eso,
encerrado en nuestros corazones están.
Serán espolón para luchar,
por conseguir intensos instantes,
los robaremos al tiempo,
a este que pasa por nuestro lado sin detenerse.
La magia existe, ¿quien duda de ello?
¿De cual forma hubiera sido posible el conocernos?
Pusimos nuestro empeño en ello,
constancia, persuasión y argumentos dimos por conseguirlo.
En algunos momentos sobraban las palabras,
pero duros eran los silencios, con lo cual los desterramos,
miradas de complicidad, de inmenso cariño,
de decir todo sin hacer un solo gesto.
Los días, las horas, fueron segundos a tu lado,
el tiempo, otra vez el tiempo, lo maldigo,
cuan despacio va en ocasiones y cuan veloz otras,
siempre estamos en manos del dichoso "tiempo".
Ese que nos recuerda constantemente,
que en este mundo estamos de paso y,
que lo que no hagas hoy, perdido está,
por lo que haremos lo posible para volver a repetir.
Si no hay ocasión, la buscaremos,
la suerte no existe, es el resultado de un trabajo bien ejecutado,
el saber aprovechar el instante vivido cuando lo tienes delante,
y buscarlo si no lo tienes.
(KANET)
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