Miro al mundo embelesada,
lo dejo deambular distraida en ti.
Aún quedan tus huellas en mi,
las sábanas guardan tu calor,
y me siento feliz en el recuerdo
de unos momentos cómplices
que nadie podrá jamás arrebatarme.
Quizás lo intenten,
pero te aseguro que no lo conseguiran,
son instantes muy nuestros
que a nadie más incumben,
y los tengo a buen recaudo en mi corazón.
Cogiendo sin amagos aire nuevo,
limpio y fresco,
y ahuyentar un viciado pasado
que nos tenía presos,
aún sin ser consciente de ello,
pero nos hallamos un día frente a frente,
y supimos entonces que nada sería igual.
(Kanet)
No hay comentarios:
Publicar un comentario